
-Dios, con su dedo, te ha tatuado. Y así como Dios te tatuó tatuarás a todos tus hijos y a todos los que quieran ser fieles a Dios. Su cara y su pecho y sus brazos y sus piernas tatuarás. Y de esta manera, serán la Gente del Tatuaje, el Pueblo del Pacto. Y quien no se tatúe, ciertamente, no será contado entre mis hijos ni será parte de mi Pueblo.
Entonces, Patagón tatuó a Arauqán y a Futtapegüém y a Iám. Y éstos tatuaron a sus hijos e hijas y a los muchachos de la Tierra. Y todos fueron los tatuados de Dios, la Gente de La Marca.
Porque el tatuaje de Dios es señal de amistad entre Dios y su Pueblo, para que no sean confundidos entre el resto de las naciones de la Tierra.
Y todos fueron tatuados, y éstos a sus hijos, y así hasta hoy."
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