Alguien nos da esos poderes, pero es imposible saber quién es. Sólo es posible afirmar que quién nos otorga nos conoce muy bien -nuestras inquietudes y preocupaciones- y nos dirige y orienta sin que lo apercibamos.
Ese "alguien" parece ser muy superior al humano, y tiene poderes sobre nuestros actos y lo que nos sucede; aún sobre los instrumentos o herramientas que usamos. Puede mantenerse ausente o sin manifestarse durante mucho tiempo, de modo que las coincidencias pasadas parecen una fantasía, pero luego se manifiesta de manera inconstrastable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario