Como cada uno de los pueblos, hay un árbol que señaliza el territorio. Entre los guaraníes es la palmera caratay, entre los pehuenches es la araucaria, el ombú para los charrúas, la seiba para los mayas, y en el caso de los qom es el chañar.
Donde hay chañar es territorio toba.
Se trata de un arbusto que puede llegar a los 7 metros de altura y su tronco de hasta 40 cms. de diámetro. De la familia de las leguminosas o fabáceas, presenta un hábito ramificado, espinoso, de corteza gris–amarilla que se desprende en tiras. Tiene fuste erguido cuando crece aislado, y arbustivo cuando crece en bosquecillos. La planta destaca por su extraordinaria adaptación al clima árido; las raíces llegan hasta más de 7 metros de profundidad y forman un impresionante sistema entre las plantas.
Sus frutos son dulces y comestibles.
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